Por qué la migración es una oportunidad para el desarrollo

Desafiando la caracterización típica de la migración, numerosos estudios indican que la migración puede empujar el desarrollo mediante el crecimiento económico y la competitividad en el sector privado.

Ugur Sahin nació en Turquía en 1965 y llegó a Alemania a los cuatro años. Junto a su familia migraron en busca de una vida mejor, de trabajo, progreso y, sobre todo, oportunidades. Cinco décadas después, el mismo Ugur le daría una oportunidad al mundo entero.

Junto a su esposa y colega, Özlem Türeci, también de raíces turcas, fundaron BioNTech, la farmacéutica creadora de la vacuna de Pfizer. Los medios no tardaron en hacer eco de los orígenes de la pareja de científicos y debatir en torno al rol social de las personas migrantes.

En la actualidad, se calcula que hay más de 280 millones de migrantes internacionales, que equivale a alrededor del 3,5% de la población mundial.

La migración ha existido desde siempre. Actualmente, se calcula que hay más de 280 millones de migrantes internacionales, equivalente a casi el 3,5% de la población mundial. Sin duda es un fenómeno desafiante, pero es frecuentemente despojado de sus matices para reducirlo a un mero problema.

América Latina y el Caribe enfrentan un fenómeno migratorio sin precedentes. De los casi 15 millones de migrantes en la región, más de la mitad ha dejado sus países en los últimos cinco años debido a situaciones de inestabilidad política, social y económica, desastres naturales y, recientemente, el Covid-19.

¿Qué significa este movimiento migratorio?

El Laboratorio de Innovación (BID Lab) y la Unidad de Migración del BID aseguran que la migración impulsa el crecimiento y la capacidad de innovación de los países. En su informe “MIGnnovación” señalan que la imagen del migrante llevando sus pertenencias en una valija de cartón quedó obsoleta: “Hoy en día su equipaje más valioso es el teléfono móvil que lleva consigo, aglutina su pasado y su presente, y lo ayuda a construirse su futuro”, dice el reporte.

“Hoy en día su equipaje más valioso es el teléfono móvil que lleva consigo, aglutina su pasado y su presente, y lo ayuda a construirse su futuro.”

Si bien varios gobiernos de los países de la región han mostrado grandes cuotas de compromiso, mediante políticas que favorecen la inclusión y las oportunidades, la evidencia muestra que no ha sido suficiente.

Los profundos retos que dispara la migración (provisión de servicios públicos, mercados laborales, cargas fiscales, entre otros) hacen evidente la necesidad de una articulación equilibrada del sector privado y la sociedad civil como un todo que se involucra en trabajar e innovar sobre dichos retos.

La evidencia documentada permite afirmar que la migración promueve el crecimiento económico y la competitividad en el sector privado y la sociedad civil de las naciones de acogida. El último reporte mundial de la ONU sobre migraciones brinda importantes datos en este sentido.

Migración y desarrollo en Argentina

La Argentina no es ajena a esta discusión pues tiene una larga y sostenida tradición migratoria, siendo uno de los países de la región con mayor flujo de población migrante, especialmente proveniente de países vecinos.

El 5,1% de su población es migrante, es decir, 2.2 millones de personas. De ellas, el 53% tienen entre 19 y 40 años, por lo que forman parte de la población activa con posibilidades de trabajar. Si bien la tasa de empleo migrante es más alta que la de la población nativa, el 50,9% de las personas migrantes están en una situación laboral irregular, frente al 31,8% de los argentinos.

Proyectos como el liderado por Ashoka Cono Sur, “Hola Argentina”, enfocado en entender, analizar y dar los primeros pasos para crear una red de actores en torno a la migración en el país, buscan hackear la narrativa en torno a la migración e inspirar una nueva mirada hacia las personas migrantes, posicionándolas como grandes canalizadoras de innovación y agentes de cambio que aportan al desarrollo y progreso de un país, impulsando transformaciones.

En su mapeo “Innovación Social para las Migraciones”, realizado durante 2020 con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones, “Hola Argentina” identificó más de 40 soluciones innovadoras en torno a la inserción laboral, la inclusión financiera, la educación, la salud, la seguridad habitacional y la regularidad migratoria, entre otras temáticas de gran relevancia y urgencia para la integración de la población migrante en la Argentina.

Una de esas soluciones es Nippy, llevada adelante por Diego Amondaray. Se trata de un ecosistema que trabaja en crear oportunidades de empleo, crecimiento y negocios para los migrantes en distintos países de Latinoamérica. Su foco de trabajo hoy está en los 4.9 millones de migrantes venezolanos. A través de tres unidades de negocio se proponen como nexo entre las personas, las empresas y las oportunidades de negocio en la región.

Dado el crecimiento acelerado de los flujos migratorios en los últimos años, las empresas latinoamericanas tienen una gran oportunidad con la llegada de los extranjeros para volverse más competitivas, expandir sus mercados o crear nuevos negocios.

Ashoka redobló la apuesta y expandió su trabajo para construir más conocimiento en la temática de migración. Por ello, en junio lanzaron “Hola América”, una iniciativa que busca fortalecer el ecosistema y acelerar proyectos innovadores que den solución a los desafíos que enfrentan las comunidades migrantes en Chile y Argentina.

Diversas investigaciones demuestran que la migración puede tener efectos positivos en aspectos económicos. Por ejemplo, el Banco Mundial calculó que un incremento del 3% de la migración a países desarrollados, entre 2005 y 2025, traería ganancias globales de US$ 356.000 millones.

De hecho, se destaca la capacidad de los migrantes de crear empresas (muchos optan por el emprendimiento como forma de establecimiento en su nuevo país), generar empleos y aportar nuevo conocimiento, con factores asociados a aportes fiscales y aumento del consumo.

Bien enfocada, la migración es una fuerza poderosa de cambio, encarnada en personas diversas en cuanto a orígenes, ideas y experiencias. Y esos son los ingredientes para que la innovación ocurra.

Fuente: Por qué la migración es una oportunidad para el desarrollo (Forbes Argentina)

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