- marzo 1, 2023
- Natalia Araya
Derribemos mitos sobre la comunidad migrante
Existen varias creencias dañinas que suelen esparcirse en la sociedad cuando se mueven flujos migratorios notables. A continuación, reunimos datos e información fidedigna para derribarlos y, en varios casos, comprobar que ocurre justamente lo contrario.
Cuando hay grandes flujos de población migrante aparecen nuevos desafíos para las comunidades receptoras. Temas de vivienda, trabajo, integración y tradiciones se entrelazan para reforzar creencias y algunos prejuicios en torno a la migración.
Debido a la gran cantidad de mitos y presunciones que surgen a raíz de este fenómeno, el Festival Hola América dedicó un espacio para desmitificar e informar con datos verídicos y, de esta manera, evitar que estas creencias deriven en discursos de odio.
Juan Pablo González, investigador del Servicio Jesuita para Migrantes de Chile, aseguró que en los últimos años ha predominado una mirada punitivista sobre la migración. Es decir, un punto de vista basado en el castigo, la restricción de garantías legales y un fuerte control en la integración de estas comunidades.
Esta mirada refuerza un tipo de interpretación de los hechos por sobre otras, lo cual termina por influir en las decisiones que toman actores relevantes, como gobiernos locales y entidades internacionales, responsables de elaborar o frenar políticas públicas sobre este tema.
En este sentido, es importante que los actores protagonistas dialoguen entre sí, para tener una amplia variedad de perspectivas que permitan tomar acciones innovadoras e integrar nuevas voces que nutran la discusión. A continuación, Hola América colabora con su punto de vista.
Derribemos mitos sobre la población migrante
Mito: La migración es ilegal
Realidad: Las personas no son ilegales. Los Estados tienen la capacidad de aplicar normas sobre el proceso de ingreso fronterizo, pero deben mantener y proteger los derechos de todas las personas, incluyendo a las personas migrantes regulares e irregulares.
En el caso chileno, González muestra que los datos de ingresos por paso no habilitado desde 2018 provienen en gran parte de Cuba, Colombia, Haití y Venezuela. Esto sugiere que la motivación tras el desplazamiento no siempre recae en una convicción personal, sino que responde a un proceso forzado por situaciones políticas complejas.
Mito: La población migrante es un gasto para el Estado
Realidad: De acuerdo con datos del Servicio de Impuestos Internos y la Subsecretaría del Interior de Chile en 2019, la población migrante aportó $397 mil millones al fisco por impuesto a la renta y multas a extranjería, mientras que el gasto público relacionado a migración en institucionalidad, salud, educación y programas sociales alcanzó los $243 mil millones.
Se trata entonces de una comunidad que aporta, propicia mayor dinamismo en el mercado laboral, la creación de nuevos emprendimientos y puestos de trabajo. En este sentido, el Estado no debería pensar en cuántas personas migrantes pueden recibir sino cuántas están dispuestas a gestionar.
Mito: Las personas migrantes son una amenaza para el trabajador nacional
Realidad: La población migrante tiene capacidad de generar nuevos empleos que benefician a la población local y extranjera. Además, existe un bajo grado de sustitución en las labores que realizan los locales y las personas migrantes.
Mito: La migración aumenta el delito
Realidad: Existe una desproporción entre la comisión del delito y la percepción de su comisión. González descubrió que los delitos ejercidos por población migrante están relacionados a infracciones de medidas sanitarias, mientras que en los delitos de mayor connotación social, se observó una mayor comisión por parte de chilenos que de la población migrante.
Mito: Las personas migrantes reciben más subsidios que la población local
Realidad: La población migrante, al contar con un mayor grado de vulnerabilidad, puede acceder a ayudas. Los patrones de vulnerabilidad les permiten optar por subsidios que brinda el Estado, no por el hecho de ser personas migrantes sino por responder a ciertas necesidades.
Si te interesa este tema, te invitamos a conocer el proyecto Hackeando Narrativas, dedicado a reconocer proyectos de innovación social creados por y para personas migrantes.